En el sector agrario, las cámaras hiperespectrales pueden extraer información sobre el estado de los alimentos por medio de una imagen en el que se captura, además del espectro de luz, frecuencias en el infrarrojo y ultravioleta. Esa imagen espectral que se extrae va en función de las longitudes de onda reflejadas por el objeto, en nuestro caso un alimento, aportando una serie de datos de enorme valor.
Mediante la utilización de cámaras hiperespectrales se pueden detectar los síntomas de una posible plaga/enfermedad en un desarrollo temprano del mismo, lo cual es muy complicado detectar a simple vista por un agricultor. De esta manera se facilita la actuación a tiempo para salvar la cosecha y su ahorro en costes.
Las cámaras hiperespectrales ofrecen ademas análisis sobre el estado de los alimentos a lo largo del tiempo, tanto a nivel unitario como en cantidades. Datos como la salinidad, luminosidad, nutrientes o humedad son parámetros a medir para el seguimiento de la calidad de los alimentos.
