Los clientes exigen productos sin defectos. La primera mirada y la apariencia óptica son a menudo factores decisivos en la decisión de compra. Los errores de producción como deformaciones, orificios en la superficie o bordes sobresalientes no deseados afectan la perfección deseada por el cliente.
Por ejemplo, el control de calidad en la producción de chocolate a menudo es un proceso manual al final del proceso de producción, ya sea en base a mediciones táctiles o usando sensores láser de punto. Esto implica un alto gasto en tiempo. Un método mucho más eficiente es monitorizar el proceso de producción usando escáneres láser.
El escáner láser permite un control del 100% directamente en la línea de procesamiento. Los escáneres láser de alta velocidad detectan sin contacto cada perfil de las barras de chocolate terminadas.