
La estabilidad de las piezas producidas es un factor clave en el moldeo por inyección.
Durante el proceso de moldeo por inyección el plástico derretido es inyectado a presión dentro del molde. La superficie exterior de la pieza se solidifica durante el desmoldeo, lo que permite conservar la forma de la pieza.
Con frecuencia, el núcleo todavía es líquido, y el calor se disipa gradualmente de adentro hacia fuera. Si el calor residual de la pieza es demasiado grande para su liberación entonces se deforma la pieza.
El resultado: las dimensiones de la pieza no son las requeridas.
Las cámaras termográficas Optris de la serie PI permiten a los fabricantes optimizar el proceso de fabricación de piezas de plástico, con mediciones a frecuencia de 120 Hz para detectar la temperatura máxima después del desmoldeo de las piezas y poder reaccionar a fluctuaciones de la temperatura.
Si la temperatura está por encima de las especificaciones, el tiempo de cierre debe de incrementarse.
Si por el contrario la temperatura está por debajo de las especificaciones, el tiempo de cierre debe de ser acortado.
Estas imágenes se utilizan con permiso de Conair
Hasta ahora, en la mayoría de los casos se ha monitorizado las temperaturas de las piezas solamente a través de muestreo, y se utilizó un tiempo de cierre más largo por precaución. Sin embargo, este es un enorme desperdicio de recursos. Las cámara térmicas Optris PI son perfectas para remediar esta situación. La cámara monitoriza la producción sin ninguna perturbación mediante la medición sin contacto de temperatura de los componentes. La productividad aumenta ya que más componentes se producen al mismo tiempo.