
Las baterías, y en especial las de iones de litio, gracias a su alta capacidad de energía y buen ciclo de vida, son la principal fuente de energía para vehículos eléctricos (EV) y vehículos eléctricos híbridos (HEV). La seguridad es especialmente importante para la producción de baterías de litio a gran escala. En este sentido el análisis térmico es fundamental para su desarrollo y diseño.
Las cámaras termográficas supervisan el primer proceso de carga de las baterías, proporcionando información sobre la distribución de la temperatura y los posibles cortocircuitos. La detección automática de puntos calientes reconoce y emite automáticamente las desviaciones de la temperatura objetivo.

El modelado térmico es una forma eficaz de comprender el comportamiento térmico de la batería de iones de litio durante la carga y descarga. Con la carga y descarga, la generación de calor interno de la batería de aumenta, aumentando así su temperatura con una distribución desigual de la misma y una degradación parcial de la batería. En la batería el calor es generado por los electrodos de carbono y cobalto en el electrolito.
La evaluación no destructiva de las baterías mediante cámaras termográficas premiten determinar la distribución de temperatura en la batería de iones de litio. La clave para resolver el problema de seguridad radica en el control térmico, incluida la generación de calor y la transferencia de calor interna y externa. Por lo tanto, se requiere un modelado para capturar los efectos térmicos geométricos sobre el comportamiento del abuso térmico de la batería.