En las lavadoras actuales, la eficiencia energética y la protección del medio ambiente son cada vez más importantes. Con el fin de conseguir resultados óptimos, la carga debe medirse antes de que se inicie el lavado.
Esta medición de la carga permite la máxima y óptima carga a utilizar en el lavado, así como la dosis apropiada de detergente.
Esto reduce los costes de operación, al tiempo que protege el medio ambiente.
Los sensores de desplazamiento magneto-inductivos pueden medir el recorrido del amortiguador de manera eficiente, dinámica e indirecta. Al mismo tiempo, el desequilibrio del tambor se puede medir y por lo tanto la velocidad se puede controlar de forma dinámica durante el ciclo de centrifugado. Esto mejora tanto el funcionamiento de la máquina como el efecto de centrifugado, aumentando así la vida útil de la máquina.
